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Seguridad vial, asunto de todos: el sueño como uno de los factores más nefastos al volante

  • Foto del escritor: Daniel Santander
    Daniel Santander
  • 11 dic 2024
  • 3 Min. de lectura

Puede ser fatal, y sin dudas se trata de un factor de alto riesgo para la conducción dentro del tránsito. Además de las consecuencias de sus efectos, es importante estar informado sobre los aspectos relacionados con su aparición y las formas de prevención.


Los primeros indicios de somnolencia se manifiestan a través de los bostezos, reiterados y constantes.


Entonces aparecen las primeras consecuencias inmediatas con la pérdida de referencia respecto a otros vehículos y esencialmente en ruta con la distancia mínima de seguridad, salidas involuntarias del carril de circulación y correcciones permanentes sobre la trayectoria.


A su vez se borra de la memoria el recorrido de los últimos kilómetros y no se presta la debida atención a las señales de tránsito. 


Prevenciones


El sueño es poderoso y prácticamente imposible de vencer. Pero sí es posible aplicar ciertos hábitos preventivos antes de tomar el volante, para circular por la ciudad pero con más razón antes de salir a la carretera, pues es donde se multiplican las posibilidades de padecer sus efectos, y con consecuencias mucho más graves, generalmente fatales.


Es importante mantener los hábitos habituales de descanso nocturno, con siete u ocho horas para los adultos y de nueve horas para jóvenes.


Para viajes largos se recomienda realizar pausas durante el trayecto, cada dos o tres horas de manejo, manteniendo además una buena ventilación del habitáculo. Y si a pesar de ello el sueño ataca, es necesario detenerse en un lugar seguro para dormir durante 20 o 30 minutos para luego retomar la marcha.


La Asociación de Sueño del Uruguay (ASSUR) ofrece parámetros significativos acerca del sueño y sus trastornos:


Efectos físicos sobre la conducción


- Aumenta el tiempo de reacción.

- Disminuye la capacidad de concentración, facilitando las distracciones.

- Enlentece la toma de decisiones y favorece la aparición de errores. El proceso mental de la información del entorno también se hace más lento y en consecuencia, la reacción que demanda la situación.

- Aparecen alteraciones motoras: los músculos se relajan por lo que los movimientos son más lentos y menos precisos. También pueden aparecer leves temblores en las manos o en otras partes del cuerpo.

- Surgen movimientos más automatizados, lo que puede provocar la realización de maniobras basadas en hábitos más que en las necesidades reales de la situación (volantazos, frenadas bruscas, etc).

- Pueden aparecer micro sueños: son períodos de sueño liviano con apenas unos segundos de duración pero que impiden mantener la atención de lo que ocurre en el tránsito. Es una situación de extrema gravedad en la carretera pues si bien son períodos breves, en ese instante la velocidad del vehículo puede generar el cruce hacia el carril opuesto e impactar de frente contra vehículos que viajan en sentido contrario. Por otra parte, esos episodios atacan de imprevisto y pasan inadvertidos hasta después que ocurren y cuando vuelve el estado de conciencia.

- Alteraciones de percepción: afecta la identificación de objetos del entorno. Incluso en casos extremos de falta de sueño, pueden aparecer alucinaciones e ilusiones visuales.


Probabilidades


Las posibilidades de resultar afectados por el sueño al volante, dependen en parte de algunos factores adicionales.


- El momento del día: de madrugada, entre las 03:00 y las 05:00 hs, y en las primeras horas de la tarde, entre las 14:00 y las 16:00 hs, es cuando generalmente aparece el sueño con mayor facilidad, más allá de las horas de descanso del conductor.

- La estimulación ambiental y nivel de atención del conductor: los entornos viales monótonos favorecen la somnolencia. Y en tanto por el contrario, los que son ricos en estimulación ayudan a mantenerse despiertos.

- Diferencias individuales de los conductores: hay personas que se sienten más despejados en la mañana y otros por la noche.

- Las horas de vigilia continuada: cuanto más horas continuas despierto, más difícil será resistirse al sueño. Y es más probable aún si a ello se suma un descanso nocturno insuficiente para la recuperación de horas de sueño.


Datos adicionales


Los efectos de la somnolencia al volante no solo se manifiestan por la noche; también son muy numerosos durante el día.


Hay estudios que indican que la fatiga puede asociarse al aumento del riesgo de involucrarse en siniestros de tránsito, que se estima entre tres y ocho veces mayor. Por cierto que en ello intervienen combinaciones de factores biológicos, estilos de vida y tipos de trabajos.


Los siniestros relacionados con la fatiga frecuentemente presentan lesiones graves.


Se acerca la época de vacaciones estivales y con ello, del aumento del flujo vehicular especialmente sobre las rutas nacionales e internacionales. Para no perder el carácter festivo y alegre del paseo familiar, es esencial cuidar del descanso necesario como para poder asumir el volante en las mejores condiciones posibles y disfrutar del viaje como se debe.


Fuentes: ASSUR- Uruguay / DGT España / UNASEV- Uruguay.


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